Polaridades internas: Sanar no es elegir un lado, es abrazarlos todos
Dentro de cada uno de nosotros habita un universo de extremos: luz y sombra, razón y emoción, fuerza y vulnerabilidad, lo femenino y lo masculino. Muchas veces sentimos que debemos “elegir” uno y negar al otro. Sin embargo, el verdadero equilibrio no se encuentra en la elección, sino en la integración. ¿Qué son las polaridades internas? Son las dualidades naturales que coexisten en nuestra psique. No son opuestos en guerra, sino complementos necesarios para nuestro desarrollo. Carl Jung decía que el proceso de individuación —el camino hacia ser uno mismo— requiere integrar estas polaridades, no reprimirlas. Negarlas nos fragmenta; aceptarlas nos fortalece. ¿Cómo se manifiestan? - Cuando queremos ser siempre fuertes y evitamos mostrar vulnerabilidad. - Cuando racionalizamos todo y desconectamos de lo que sentimos. - Cuando sobrevaloramos lo masculino (acción, lógica, control) y reprimimos lo femenino (intuición, receptividad, contención), o viceversa. Esta división interna suele generarnos conflictos externos, pues proyectamos en los demás lo que no aceptamos en nosotros. ¿Para qué reconciliarlas? Porque al integrar nuestras polaridades: - Recuperamos energía psíquica que antes estaba atrapada en la lucha interna. - Nos volvemos más auténticos, coherentes y empáticos. - Dejamos de “reaccionar” y comenzamos a responder con consciencia. Ejercicio de integración 1. Elige una polaridad que te genere conflicto (por ejemplo: emoción vs. razón). 2. Escribe cómo se expresa cada extremo en ti. 3. Pregúntate: ¿Qué intento evitar al quedarme solo en un polo? ¿Cómo puedo honrar ambos? 4. Visualiza cómo sería vivir desde la unión de los dos. Reflexión final Eres una danza de contrastes, un ser completo que no necesita eliminar partes de sí, sino abrazarlas con amor. Cuando dejas de pelearte contigo, dejas de pelearte con el mundo. ✨ ¿Qué parte de ti está esperando que la mires, no como enemiga, sino como aliada?
MATERIAL DE APOYO
Nay
6/11/20251 min read